Siegbert
Holz
El doctor
alemán
El sector salud, en nuestro municipio, no
escapa al análisis que debe hacerse cuando se aborda de manera integral la
compilación de todo el proceso histórico
que se desarrolló a lo largo del siglo XX. En nuestro caso –Cariaco- fue tardía la presencia médica y la atención
que debía recibir la población se circunscribía a la orientación y vigilancia
que recibían de los denominados “boticarios”, personajes que tuvieron un
importante rol ese siglo, no quedándose atrás los rezanderos, yerbateros,
sobadores y sacamuelas .
Hasta el año 1939 la atención médica que
recibían los pobladores de Cariaco y sus alrededores estaba sujeta a los
denominados médicos itinerantes, que cada cierto tiempo, venciendo las
dificultades de la naturaleza, realizaban para el desplazamiento, a pie o en ancas
de los animales (burros o caballos) visitas la población; sin embargo era mucha
la resistencia que éstos encontraban entre los enfermos que preferían al
curioso de la localidad que a un profesional universitario.
Es en el año 1933, durante los días 27 y 28 de
junio, cuando las costas del estado Sucre, de manera particular la zona de Paria,
es asolada por un huracán que dejó graves daños en la región y destrozó completamente
la economía, que para la fecha estaba
sustentada en la agricultura de toda la
zona, que sacó muchos barcos hacia tierra, que destruyó el sistema de
electricidad dejando como saldo varios muertos. Los ríos, muchos de ellos hoy
desaparecidos, se desbordaron causando inundaciones en varios de los distritos
parianos que obligaron al gobierno de la época a declarar la emergencia y la
atención del gobierno nacional.
En Ribero las pérdidas fueron cuantiosas,
acelerando de esa manera el éxodo de muchas familias poseedoras de grandes
extensiones de terrenos cultivables de cacao, café, coco, caña, entre otros,
que desaparecieron para ese momento. El río Carinicuao, cuyo cauce principal se
desplazaba por la zona sur-oeste de la población, en lo que actualmente son los
sectores que comprenden La Reforma, barrio Carinicuao, desviándose por un
costado del actual matadero municipal para seguir tierra adentro, se salió de
su cauce, creando un enorme fangal que abarcó a toda el poblado durante mucho
tiempo, generándose una epidemia de paludismo que los diezmó.
La poca presencia de profesionales de la
medicina, no sólo en el estado Sucre, sino en el resto del país, hizo imposible
que se les diera la debida atención a los que caían afectados por la
enfermedad, generándose una dramática situación que es enfrentada finalmente
por el abogado Alberto Díaz, presidente del estado Sucre quien solicitó la incorporación de galenos
para atender la epidemia.
El nombre de Siegbert Holz de ninguna manera
puede tener alguna relación con los pueblos del municipio Ribero y de modo
particular con Cariaco y Muelle de Cariaco. Tanto el nombre como el apellido no
son de origen español; provienen de la
ciudad alemana de Allenstein,
donde nació el 27 de junio de 1911.
Este médico, junto con su esposa Elly había llegado a Venezuela el 27 de mayo
de 1939, a bordo de la motonave Orazio, huyendo del genocidio nazi.
Dos meses después
de su arribo a Caracas, recibió la oferta para que se encargara de la
medicatura rural de Cariaco. En un viaje que duró siete días en barco desde La
Guaira a Cumaná, llegó a la capital sucrense, siendo recibido por Díaz, con
quien firmó un contrato de trabajo por seis meses. Ese mismo día, el 2 de
agosto de 1939 salió hacia la capital del distrito Ribero, en un trayecto que
tuvo una duración de cinco horas. Al llegar, en horas de la tarde, era esperado
por las autoridades encabezadas por el presidente y el vicepresidente del
Concejo Municipal, el presidente del comité supervisor de la recién creada
medicatura, el jefe civil y otras autoridades de la población quienes, luego de
la bienvenida lo acompañaron hasta las viviendas de los afectados por el
paludismo. En la primera casa donde entró, una niña de ocho o nueve años, que
se encontraba en estado de coma, expiró. El pueblo le daba a esa forma de
paludismo el nombre de “La económica”: no daba tiempo de gastar dinero en
medicamentos.
La sede
asistencial había sido ubicada en una enorme casona de la calle Bermúdez,
conocida como la “casa de los balcones” perteneciente a un personaje local
conocido como Joaquín Villegas. Al día siguiente de su llegada Holz realizó un
conteo macabro: diez ataúdes habían desfilado frente al “dispensario” camino al
cementerio. En los días siguientes cinco, seis, ocho entierros diarios.
¡Espantosa cosecha de la muerte en un pueblo de apenas dos mil habitantes!
Tenía asignado
como ayudante a un joven de nombre Antonio José Marcano (Marcanito) con quien
enfrentó la epidemia del paludismo. Lo hizo armado con un arma sencilla, pero
eficaz: una caja de sobres conteniendo quinina, que le fue entregado por el
recién nombrado jefe de la División de Malariología del Ministerio de Sanidad y
Asistencia social, Dr. Arnaldo Gabaldón.
En pocas semanas
el brote malárico fue cediendo y tres meses después había casi desaparecido.
Posteriormente se dedicó a la atención de amibiasis, parasitosis intestinal,
gastroenteritis y desnutrición infantil, tuberculosis y lepra. Influyó en el
manejo de los partos por parte de las comadronas a quienes a través de charlas
se les oriento sobre la higiene que debía implementarse, logrando que estas se
lavaran las manos con agua y jabón, a realizarlos en el catre vestido de ropa
limpia, a emplear agua hervida y algunas hasta usar guantes de goma, lo que
redujo la alta mortalidad en mujeres y recién nacido por casos de tétanos e
infecciones de origen puerperal.
Durante los seis
años que permaneció entre Cariaco y Muelle de Cariaco con su esposa la médico
Elly de Holz, éste se convirtió en una persona muy querida por la población,
nunca llamándole por su nombre sino por “el médico alemán”. En 1945 se marchó
de Cariaco, permaneciendo en Cumaná por cortó tiempo y luego se trasladó hasta
Caracas, donde realizó una ascendente carrera que lo convirtió con el tiempo en
uno de los más reconocidos científicos en el aérea de la farmacología.
Este ciudadano,
quien recibió el Premio Nacional
de Ciencia del Consejo Nacional de Investigación en Ciencia y Tecnología (CONICIT) en
1983, fue merecedor de otras distinciones provenientes de
Sociedades Científicas. En
reconocimiento a su excelente trayectoria, la Biblioteca del Instituto Nacional de Higiene
Rafael Rangel lleva su nombre y el de su esposa.
El afectó que por
él tenía la población, le valió para que el comité Organizador del I
Reencuentro de los Hijos de Cariaco le entregara junto a otras personas el
título de Hijo Adoptivo de Cariaco, distinción que recibió el 29 de abril de
1967. En septiembre de 1996 recogió sus memorias en el libro “Recuerdos de
Adopción” que fue editado por la Universidad Central de Venezuela, donde
fue director fundador del Curso de
Especialización en Farmacología del Postgrado
de la Facultad de Farmacia.
El médico alemán
Siegbert Holz, quien estuvo entre nosotros durante seis años, falleció el 31 de
diciembre de 1999 en la ciudad de Caracas y esta síntesis se realizó para
recordar a las nuevas generaciones de cariaqueños de que para entender nuestro
presente hay que mirar hacia los que nos
antecedieron.
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Los médicos Siegbert y Elly de Holz.
A ellos
les tocó enfrentar la epidemia de paludismo que diezmó a la población de
Cariaco en 1939.
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Es una
representación que consiste en recordar la peregrinación de San José y la Virgen desde su pueblo de Nazaret hasta Belén.
En Cariaco lo organizó la cultora popular Guillermina Ramírez quien salía con
jóvenes de la zona donde vivía realizando un recorrido por las calles de
Cariaco para luego retornar hasta el punto de partida: La Reforma; finalizada
la jornada se efectuaba una jornada que incluía el baile de joropo y
estribillo, el baile de la burriquita y por supuesto un suculento sancocho para
recuperar fuerzas después del trasnocho.
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La procesión de posada fue una manifestación que impulsó la cultora popular Guillermina Ramírez en Cariaco. |
Remembranzas
ribereñas
El 22 de Diciembre de 1930. En Cariaco,
nació Gastón Navarro Dona. En su
condición de abogado fue Fiscal del Ministerio Publico en Falcón; Juez 4to de
Primera Instancia en lo Penal, en Caracas; Profesor en el Liceo Cecilio Acosta
de Coro, y autor del trabajo: Circunstancias Agravantes de la Responsabilidad
Criminal. Fue gobernador del estado Sucre en dos oportunidades.
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Gastón Navarro Dona, en dos oportunidades
gobernador del estado Sucre, nació en Cariaco hace 85 años. Aquí lo vemos
acompañado de su ahijada Mércida Mayz de Armas y Gonzalo Villegas.
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