domingo, 22 de noviembre de 2015

Nº 45                                          Domingo 22 de noviembre de 2015

¡Quiero mis reales para comprarme una patineta! 
El deseo de toda persona que pasa a la condición de jubilado es el de poder hacer uso y disfrute de las prestaciones que le corresponden por el tiempo de servicio a una empresa u organización, sea de carácter  pública o privada, de manera inmediata o en el menor tiempo posible.
Con lo que le correspondía, antes de llegar esta plaga que hoy nos arruina, el jubilado podía comprarse un apartamento en Puerto La Cruz, o porque no, en la vecina Isla de Margarita; además regalarle el carro al hijo que, luego de muchos esfuerzos culminaba la carrera universitaria, pero usted leedor se preguntará casi con incredulidad ¿y quién que no sea militar de alto rango, funcionario del CNE o del Tsj va a comprarse lo que este tipo dice? sin embargo y parodiando a Riplay con su “Aunque usted no lo crea” eso fue posible hasta hace poco tiempo. ¿O no oyó en alguna oportunidad que muchos jubilados reinvertían sus prestaciones? ¡Pues sí, les reitero!
¡Al grano! Me di cuenta en estos días que ese sueño de pequeño burgués que abrigaba se había evaporado sin darme cuenta y cada vez que recuerdo el suceso que me hizo caer de la nube en que andaba, solo me provoca reírme a carcajadas.
Lo que viene al caso  que no sólo me afecta a mí, sino también al numeroso grupo de personas que desde el 16 de octubre de 2012 fuimos pasados al altar de los jubilados, le ha venido sucediendo a los que subsiguientemente pasaron a una condición donde, para que sea oído debes gritar alto a aquellos que también pasarán por ese amargo trance, pero a quienes les importa un pito mi necesidad de recibir lo que corresponde. Por cierto que no vi, ni leí, ni oí del sujeto que dio las jubilaciones, reclamando cuando salió por la puerta trasera de la gobernación, el mismo lugar por donde saldrá el actual, gimoteando que no le habían entregado su chequecito.
En octubre de 2012 fui a personal de la gobernación para informarme de lo que tenía en materia de prestaciones. Me animé cuando me dijeron que tenía 321. 000 bolívares y me dije ¡por lo menos cualquier vainita me consigo!
Acontece que hace pocos días un motorizado que me transportaba para cubrir un suceso me dijo, como quien no quiere la cosa.
-Caramba señor Félix, a usted le hace falta una motico pa' que se desplace porque lo veo caminar mucho. Sabe  que estoy vendiendo la moto.
- Ajá. Le pregunte: ¿En cuánto la vendes? Además está usada, es de segunda mano.
- ¡Carajo señor Félix! Así como está se la vendo en 300 pero si consigo los dos cauchos se  la doy en 350.
La carcajada que lance en ese momento debió llamar la atención de las personas que se encontraban por el sitio que transitábamos.
- Qué pasó -me pregunto Janko Márquez, que era quien me trasladaba. Quizás pensando que me burlaba de él
¿Le parece que está cara? ¿Por qué se ríe?
No le contesté, pero aun cuando me bajé de la moto seguí riéndome.  Aún me río cada vez que me acuerdo de la oferta porque las prestaciones que tenía hace tres años  servían para comprar un carro de primera, ahora no me alcanza para comprar una moto china y de segunda mano.
Con 25 años de servicio en la gobernación de Sucre lo que me van a dar, Dios sabe (no Diosdado) cuándo, en este momento no me alcanza para comprar una moto china y usada. Pero de seguro, algún día, con mis prestaciones sociales, podré regalarle a uno de mis nietos una patineta hecha en Venezuela.
¡Viva la revolución carajo!

Una patineta como ésta cuyo costo es de 5000.000 bolívares es a lo que puedo aspirar tener como jubilado de la gobernación de Sucre cuando me den las prestaciones que me corresponden luego de 25 años de servicio como empleado público, sin embargo debo conseguir 179.000 bolívares adicionales. 

Caché bombita: un guarapero con clase
Los cierres de las carreteras generan instantáneamente un proceso económico que a primera vista no es perceptible por los que, molestos, deben permanecer estacionados con sus vehículos en contra de su voluntad. Cada cierre vial genera ingresos adicionales a hombres y mujeres que salen de sus lugares tradicionales para salir a apostarse en los sitios donde se desarrolle una tranca.
Son productos y servicios que se ofrecen tanto para los ocupantes de los carros como para los que participan de las protestas. Desde los  vendedores de helados (tetas), como las mujeres elaboradoras de dulcería tradicional destacándose las conservas de coco, las torrejas y los besos de coco; los vendedores de raspado, o esnobol, o cepillados y los guarapos de caña o papelón con limón.
En materia de servicios se encuentran en primera fila, de lado y lado los mototaxistas quienes se dedican al traslado de pasajeros en ambos sentidos. Hay quienes ahora se dedican a ayudar a los pasajeros, que son obligados por las circunstancias, a tener que bajar de los transportes para continuar su viaje y si llevan consigo pesados equipajes se van a encontrar con personas que se los cargan, por supuesto preguntando antes ¿por cuánto me los llevas?
Entre las tantas personas que es constante su presencia en este tipo de eventos destaca la de “caché bombita”, un vendedor de guarapo de papelón con limón, cuyo nombre es Juan Bautista Cova, con 10 años en el oficio que le ha permitido mantener a su familia y a cinco hijos, para más señas hijo del músico  Juan José Cova.
A él lo vamos a encontrar en las protestas y manifestaciones, al frente de los entierros, en los eventos deportivos y en cualquier  acto resaltante, donde impere el calor, porque de llover no tiene sentido salir porque se le queda el producto. Su bebida la han saboreado en Playa Grande, Chacopata, La Soledad de Cariaco, Pantoño, Muelle de Cariaco y muchas que en el momento de la entrevista no recordó.  Sin embargo ha conseguido nuevos espacios y son las colas que se forman frente a los comercios en Cariaco para conseguir productos de primera necesidad. Se  le reconoce cuando se oye su voz chillona gritar ¡Llegó el guéitore de papelón! ¡A refrescarse!
Desde pequeño siempre anduvo con su padre en la agrupación musical, acompañándolo en las retretas, procesiones y toques en cualquier lugar, público o privado como percusionista, pero luego de entrar por los Caminos del Señor, poco después dejó de ejecutar el instrumento, dedicándose exclusivamente a su trabajo.
Recuerda que el 8 de diciembre de 2014 no sabe cómo, cuando tenía previsto ir a la protesta que realizaban los trabajadores del central Cariaco en el puente sobre el río Carinicuao, repentinamente sintió temor de ir hasta ese lugar. Esa aprensión se materializó a las 9:02 minutos de la mañana cuando la manifestación fue dispersada con saldo de una veintena de heridos a perdigonazos disparados por funcionarios de la policía del Estado. Me quedé en Cariaco, aseguró.
¿Cuál es el secreto para que tu guarapo sea tan sabroso? le preguntamos.
Hervir el papelón, confesó. Continuando  su camino hacia la cola que estaba frente a Rodolfito.
Caché bombita reúne todas las características que identifican a un personaje popular, siendo la principal que todos o casi todos lo conocen, convirtiéndose en una referencia local.
Caché bombita tiene más de diez años aplacando el calor de los ciudadanos, no sólo de Cariaco sino de otras zonas del estado Sucre.

Remembranzas ribereñas
El 23 de noviembre de 1999. Es inaugurada en Cariaco, la nueva sede de La Primogénita EAP. La anterior estructura fue destruida por el terremoto del 9 de julio de 1997.
El 24 de noviembre de 1952. El gobernador del estado Sucre Dr. Rafael Enrique Garroni entrego para el Distrito Rivero las siguientes obras: plantas eléctricas para Muelle de Cariaco, Casanay, Saucedo y Chiguana. El cementerio de Saucedo también fue entregado ese día.
El 26 de noviembre de 1968. Gastón Navarro Dona, gobernador del estado Sucre puso en servicio el Grupo Escolar de la población de La Esmeralda con una capacidad de para 300 alumnos.
El 28 de noviembre de 1969. La Asamblea Legislativa del estado Sucre decreta que el municipio Mariño, que forma parte del Distrito Rivero, sea elevado a la categoría de Distrito, llevando el nombre del poeta cumanés Andrés Eloy Blanco, teniendo como capital a la población de Casanay.
Hasta hace 46 años, Casanay era parte del territorio del municipio Ribero.





2 comentarios:

  1. Excelente reseña del amigo cahe bombita, personaje popular del pueblo Ribereño. Lo felicito señor Félix Bejarano, por siempre tomar en cuenta a las personas humildes de nuestro pueblo, esos que de una manera u otra forman parte de nuestra cotidianidad.

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    1. Gracias a usted por el tiempo invertido en leerme. Tenga la seguridad que a todos esos hombres y mujeres que están invisibilizados, en algún momento los traeré a este Blog.

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