Toponímicos de Cariaco
Aún se conserva en la memoria de residentes de Cariaco, los populares nombres que identificaban a los sectores de la población en el siglo XX.
Félix R. Bejarano
Hasta
finales de los años 50, del siglo XX, Cariaco era apenas un pequeño centro poblado al que era
posible su observación desde las torres del templo de la comunidad. El espacio
territorial estaba circunscrito a tres calles principales que eran Las Flores,
Comercio (José Francisco Bermúdez) y Sucre; no existían barrios ni urbanizaciones, sólo
algunos sectores cercanos a estas calles que eran sólo polvorientos
caminos en verano y barrizales en el invierno,
hasta llegar a ranchos de bahareque y techos de palma o carata, sin
puertas, sólo cubiertas por esteras o retazos de tela.
Sin
embargo los residentes denominaban a varios de esos lugares con apelativos sustentados
en las condiciones ambientales que a lo largo de la historia afectó a sus
moradores. Una de las condiciones adversas era propiciada por las constantes
crecidas del río Carinicuao que tenía su cauce natural, casi dentro de la
población discurriendo a lo largo de la calle Las Flores, pasando por la
Reforma y siguiendo su trayectoria hacia
el oeste por “barrancón”.
La localidad permanecía inundada durante gran parte del año, convirtiendo los terrenos
en cenagosos, imposible de transitarlos, lo que era propicio para que su gente
sufriera los avatares de epidemias como el paludismo, cuyo auge se exacerbó
durante el año 1939, que tal como lo relata el médico Siegbert Holz en su libro
Recuerdos de Adopción, al día siguiente de recibir el dispensario vio pasar
hasta diez entierros con destino al cementerio.
Los
sectores que fueron conocidos y que aún quedan sus reminiscencias contadas por
personas, muchas fallecidas como el
cronista emérito de Cariaco, Francisco
Caraballo -el maestro Pachico- ya no
existen debido al urbanismo, construcción de nuevas calles y la modernidad que
poco a poco se fue posando sobre el pueblo a comienzos de los años 60 del siglo
XX; siendo estos sectores:
![]() |
El maestro Francisco Caraballo, fue un informante clave en diversas oportunidades |
Las Cuibas
Con
el desbordamiento del río, las aguas tenían cauces alternos y uno estos era el
que entraba por el sector de “la reforma”, pasaba por la calle Ángel María
Arcia hasta la calle Sucre, anegando los terrenos cercanos y la conocida Escuela
Concentrada, ubicada en lo que fue la sede del Liceo Raimundo Martínez Centeno,
derrumbado por el terremoto de julio de 1997.
La
permanencia del agua propició la cría de los ampuláridos (Ampullariidae) (= Pilidae), son
una familia moluscos gasterópodos de aguas dulces tropicales y subtropicales, conocidos
vulgarmente caracoles de laguna, caracol manzana, caracol
dorado, caracol del Paraná, caracol gigante, caracol lunar, churos, churo de
agua, sacha, guarura y cuiba.
Por este último nombre era conocido el lugar debido a la
abundancia que permitía a muchos pobladores utilizarlo como alimento.
![]() |
Cuibas |
Remanganagua.
Es
la denominación de otro sector que se ubicaba en otra zona anegada por donde se
desplazaban los arroyuelos formados por las crecidas. Se le sitúa entre “las
Gómez, calle Carabobo c/c Junín, exactamente donde se encuentra la Escuela
Bolivariana “Valentín Valiente”.
Eran
terrenos cultivables y las mujeres cuando acudía a esos lugares para conseguir
agua para consumo, tenían que remangarse las enaguas, o medio fondos que era de
uso común. De allí el nombre de Remanganagua.
El
Dr. Diego Carbonell, quien nació en Cariaco en 1884, describe en su libro
Bodegones de la Tierra Natal, lo siguiente:
La calleja larga, soledosa y
a trechos deshabitada, era un barrizal. Va de Nirgua a Remanganagua, y
descendiendo por ella, se encuentra el callejón del cementerio: es más bien una
vereda con algunas casuchas en un bosque de yaques, platanillos, higueretas,
ciruelos, jabillos y guayabos.
Nirgua.
Asi
se denominaba el sector ubicado al final de la calle Sucre, cruce con Ribero
donde se encuentra la antigua construcción de la Escuela Básica Estanislao
Rendón.
Su
denominación obedecía a la proliferación de la Tunga penetrans que es una especie de insecto sifonáptero de la familia Hectopsyllidae. Es una pulga que
ataca la piel. Afecta
principalmente la piel de los pies; se introduce en ella y produce prurito intenso.
Popularmente se le conoce como "niguas" y parasitológicamente como tungiasis.
Tiene un tamaño inferior a 1 mm, con cabeza grande y forma un
ángulo con el vientre. Puede atacar a humanos, cerdos y otros animales
domésticos. Se suele contraer al pisar suelos mojados y sucios.
Por
las condiciones del lugar y la insalubridad que allí existía, era una de las
enfermedades más comunes de la zona. Sin embargo no era el nombre nigua el que
se utilizaba sino el de Nirgua.
![]() |
Niguas en los pies. |
Barrancón.
Este
sector comenzaba desde la calle Bermúdez, con Ribero en el camino hacia
Tropezón, Queremene y Campoma. Allí vivían las personas más pobres de la
población, en viviendas de barro y paja. Allí, precisamente nació el ilustre de
Cariaco Juan Quijano.
La chica.
Espacio
de terreno donde se construyó la sede del primer liceo de Cariaco. Era una zona
boscosa que fue desforestada por jóvenes de la época para construir un campo deportivo
donde se jugaba beisbol y futbol.
La
Rinconada.
Lo
que es actualmente se conoce como la calle Miranda culminaba en el lugar donde
se encuentra el jardín de infancia del mismo nombre, en el cruce con la la
calle Jesús Guillermo Guzmán, desde ahí en adelante era zona de conucos y era
el lugar que por donde transitaban los que se trasladaban desde Cariaco hasta
Carúpano.
Todas
estas zonas fueron desapareciendo con la construcción de barrios,
urbanizaciones, ampliaciones de calles y el crecimiento de la población. Estos
lugares están en el recuerdo de los
ancianos que aún se encuentran entre nosotros.
Debo resaltar que desde la
Escuela Básica “Estanislao Rendón” que fue la sede de la XX Exposición de
Altares y Velorio de Cruz de Mayo realizó su muestra recordando a estos lugares
del Cariaco que quedó atrás.
Nota del redactor: Este trabajo aún no está concluido. Si considera que puede hacer aportes a lo aquí expuesto serán bien recibidos.