En África se dice que cuando un anciano muere arde una
biblioteca.
En Venezuela…se murió un viejo.
Falleció en Chamariapa Afuera Eugenia Alcalá,
próxima a cumplir 105 años
Félix R. Bejarano
CNP 19.587
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizhjl-l366sF6WgSqjsy6P0UJOsxbBEumZEJ4nquW5P3rrXoMZkYVL5J7TVNBLLJj31_aQ3-yqvc_emqHdbz17Fw3zsrtCxvuxgMOqUoQy9AZDrGulJFLoOJML7qFEe7cETbUcl6zC4Oif/s320/Eugenia+Alcal%25C3%25A1.jpg)
En
la tradición de los pueblos de África son considerados los ancianos como los actores más importantes
de las comunidades; a ellos se les consulta, se les oye y es por eso que cuando
mueren, consideran que una biblioteca se ha quemado. En Venezuela cuando un
anciano fallece, para el común, con la excepción de los familiares, de manera
desdeñosa si les pregunta ¿Quién fue ese que se murió? Responderán: ¡Ah no
chico ese es un viejo!
Un
anciano, aunque no sepa leer y escribir podrá relatar los cuentos, mitos y
leyendas que hasta sus oídos llegaron cuando niños. Los acontecimientos más
resaltantes en su vida. Nos dirá quien fue un determinado personaje del que
queremos obtener información. Describirá las características del sitio dónde
nació, de los muertos que salían en las noches. En fin, de muchos temas que no
encontraremos en cualquier libro.
Pero si seguimos hurgando en estas personas,
ellas podrán señalar quienes fueron los
que ejercían el oficio de parteras, el
sobador de los huesos, el que sacaba las espinas con oraciones, el que
santiguaba las lombrices, el que sacaba piezas dentales, el sanador de
culebrillas y el que curaba el mal de ojo a los niños, entre tantas dolencias. De
todos aquellos que fueron los auxiliares de las poblaciones adonde no llegaba
la medicina científica, que por estas zonas fue a partir del año 1939 cuando
arribó el primer médico y se creó el primer puesto asistencial.
En
estos días he sentido preocupación por los estudiantes del Liceo Raimundo
Martínez Centeno quienes, de acuerdo al nuevo pensum deben recopilar
información de los sitios donde residen. A los que tocan mi puerta les he
preguntado si han recibido orientación acerca de cómo debe realizarse
someramente, la manera de adquirir la información que buscan; sólo atinan a
decir: nos dijeron que investigáramos, cosa que no puedo afirmar.
Hace
algún tiempo me dirigí a algunas escuela bolivarianas invitando a los
directivos y maestros a crear las salas de exposiciones y que en ellas
existieran exposiciones permanentes con las fotografías de los personajes
populares de la comunidad donde se encontraba asentada, entre ellas las de los
cultores populares, los personajes como las pateras y sus síntesis biográficas
de manera que desde allí los niños se acercaran a sus antecesores. Pero de un
deseo no pasó y como sabemos deseos no empreñan.
Las
avanzadas tecnologías de la comunicación propician, aparentemente, el
conocimiento más avanzado y actualizado, cosa de lo que difiero porque el tío
Google, a quien acuden para la búsqueda de información no las tiene todas
consigo, a menos de que alguien se la cargue (la información) luego de procesarla
hasta hacerla digerible, verificada y creíble.
Es
así que reflexiono después de conocer de la muerte de esta anciana para llamar
a la atención de los docentes de Cariaco y las poblaciones adyacentes para ir
hasta sus aulas a dialogar con los niños y señalarles la importancia de los
ancianos en las comunidades.
Eugenia
Felicia Alcalá será enterrada este viernes 28 de octubre en el cementerio de Chamariapa Afuera y de
verdad que lamento no haber sabido antes de ella.
“En los viejos está la
ciencia, Y en la larga edad la inteligencia”.
Job
12:12
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Consejo de ancianos de Diabugu en Gambia |
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